Compostela acogió ayer la presentación, en la Galería Sargadelos, del libro Las comunidades terapéuticas de Proyecto Hombre. Historia, balance y perspectivas , de Manuel Regal Ledo. La obra recoge 25 años de implantación de Proyecto Hombre en España como programa para la rehabilitación y reinserción social de personas drogodependientes, invitando a detenerse en lo que es el alma del trabajo realizado durante este cuarto de siglo: la comunidad terapéutica. Experto en drogodependencias por la Universidad Complutense, Manuel Regal empezó a trabajar en Proxecto Home Galicia en 1993.
-¿Por que esta publicación al cumplirse los veinte años de estas comunidades terapéuticas?
-Primero, decir que el libro está escrito en castellano porque está dedicado a todas las comunidades terapéuticas del Proyecto Hombre, que son 38, de las que siete pertencen al programa de Galicia. El libro estudia la historia, desarrollo y realidad actual de las comunidades terapéuticas, y aparte de eso hay un capítulo final sobre perspectivas cara el futuro, sobre lo que habría que hacer para mantener lo sustancial de
las mismas.
-¿Como evolucionaron a lo largo de estos veinte años las comunidades terapéuticas de Proxecto Home?
-Empezaron siendo de rehabilitación de heroinómanos, fundamentalmente, pero con el paso del tiempo fueron
evolucionando. Cada una tiene características particulares aunque beben de la misma fuente, de dinámica comunitaria para que cada persona haga un trabajo de prospección y capacitación para superar esas dificultades, insistiendo siempre en el factor comunitario como factor de transformación.
-¿Cual es la filosofía que guía la acción diaria, o trabajo de estas comunidades?
-En el fondo del trabajo hay dos criterios. Hay una filosofía existencialista humanista que cree en la capacidad de la persona para hacer un cambio en su realidad personal. Pero, al mismo tiempo, con ese principio está la necesidad de una dinámica de autoayuda mutua.
-¿Y cuales son las mayores dificultades con que se encuentra hoy Proxecto Home?
-Los elementos diferenciales propios. Despues, el modelo de configuración de equipos terapéuticos, pues queremos actuar en un sistema de democratización de saberes de cada profesional unidos en una tarea común.
Outro riesgo es que somos entidades privadas que nos mantemos con apoyos públicos, y en este momento de crisis
hai que buscar recursos para desarrollar programas eficientes.
-¿El futuro es esperanzador?
-Las comunidades terapéuticas son comunidades vivas. Cuando empecé, en 1993, había una para toda Galicia, de
90 residentes, pero hoy , son siete que van diversificando más el perfil, con 200 persoas beneficiándose de este servicio. O sea, que el momento es bueno, positivo, vivo, pero también es cierto que con esas dificultades.
Fuente: La voz de Galicia
